Bicicletas por el mundo

Se suele decir que cuando uno aprende a ir en bicicleta no lo olvida nunca y, aunque puede que sea cierto, un poco de práctica nunca viene mal. Y sino que me lo pregunten a mi que soy incapaz de contar el número de veces que he dado de bruces en el suelo después de parar con el freno equivocado o de tropezar con un inoportuno bache. A pesar de eso, no guardo rencor a las bicis y les sigo sacando fotos siempre que puedo.

Así, en ciudades como Amsterdam hay que ir con cuidado porque los ciclistas son los amos de la calle

Algo parecido sucede en el puente de Brooklyn donde las bicis tienen más carril que los peatones

En Viena, bicicleta y monopatín son primos hermanos

Y las bicis de Estocolmo, en verano, son las que tienen más horas de sol

Por lo que respecta a Córcega, allí decoran las calles con ruedas en desuso

Aunque a mi las que más envidia me dan son las de Manhattan ¡menudo espectáculo tienen a diario!